1915-2015, algunas cosas no cambian

La letra del tango Cambalache dice que "El mundo fue y sera una porquería, ya lo se, en el quinientos seis y en el dos mil también...", mientras que la sabiduría popular asegura que "todo tiempo pasado fue mejor". Lamentablemente en lo cotidiano creo que Discépolo estuvo más atinado en su entendimiento de la realidad social. Hace unos días, en el grupo de Facebook Madryn Olvidado, se compartieron algunas imágenes sobre el estado actual del monumento a la Gesta Galesa, emplazado en la intersección de Belgrano y Roca. Las rejas que rodean al monumento se hallan rotas, está todo pintarrajeado, y su estado general muestra un cierto abandono. Este abandono resulta particularmente irónico teniendo en cuenta que este año se celebra el sesquicentenario de la llegada de los colonos galeses a la zona y el comienzo de la integración efectiva de la Patagonia al Estado argentino.

En mi infancia la Galesa, como le decimos los madrynenses, tenía el estanque lleno de agua y estaba iluminada. Luego empezó el abandono, no hubo más agua ni luz, e incluso hasta se instaló alguien a vivir dentro del monumento. Hubo que llegar al extremo de poner rejas, pero ni eso sirvió para frenar la desidia y la incultura. Fuente: Facebook Madryn Olvidado.


El estado del monumento a la gesta Galesa me recordó que hace pocos meses hubo otro acto de vandalismo injustificable, pero esta vez contra contra el monumento a los bomberos emplazado en la plaza San Martín, que terminó con el derribo de la estatua por parte de un grupo de inadaptados alcoholizados. Esto mereció el repudio de la ciudad entera, en donde el aniversario de la muerte de los bomberitos, allá por el '94, todavía es una herida abierta. Si bien se emplazó un nuevo monumento en su lugar, aún provoca indignación el daño realizado.

Recuerdo el incendio de campos, el rumor sobre los bomberos muertos, y la posterior (y terrible) confirmación. Son cosas que no se olvidan, cosas como esa imagen tremenda de un camión con acoplado llevando todos los ataudes al cementerio. No conozco a los que destruyeron la estatua, pero asumo que son unos hijos de puta. Fuentes: Diario de Madryn (estatua derribada) y El Patagónico (estatua nueva).

Retrotrayéndome en el tiempo, hasta mi adolescencia, recuerdo la época donde algunos inadaptados se habían ensañado con la estatua de Don Quijote y Sancho Panza, situada en el boulevard Brown, a la que destrozaron en numerosas ocasiones. El agregado de rejas de poco sirvió en aquel entonces. De hecho, recuerdo que se contaba, y esto bien puede ser mito urbano porque no lo pude constatar en persona, que habían sacado a los perros del grupo escultórico y los habían depositado en el monumento al indio Tehuelche, en Punta Cuevas.

Al parecer no solo en mi adolescencia ocurrían estas cosas. La foto es de febrero de 2008, y la pregunta es: ¿por qué?. Fuente: Madryn.gov.ar

Estos ejemplos del trato que se dispensa a los símbolos y el mobiliario urbano claramente habla de cierta decadencia social, pero... ¿esto es nuevo o viene de antes? Hubiese pensado que era un mal propio de nuestros tiempos, pero hurgando en viejas noticias he comprobado que no es así, y que en Madryn (y por extensión podría aplicar a todo el país) siempre hubo vandalismo y desidia, en proporciones similares. Por ejemplo, en la edición del 22 de septiembre de 1945, el semanario Golfo Nuevo se quejaba amargamente por los destrozos provocados en los frentes de ciertos edificios y estatuas:

Algunos aspectos locales: Deterioro y destrozo intencional en los frentes de edificios etc.

Yá alguna vez nos ocupamos detenidamente de este asunto que afecta tan directamente a la cultura general del pueblo y que por tratarse, aparte del daño moral infligido, de un verdadero delito contra la propiedad, debiera arbitrarse los medios necesarios para reprimirlos con el máximo de energía y de la ley.
Nos referimos entonces a la perniciosa costumbre de ciertos elementos que en forma audaz y atrevida se entretienen en embadurnar y estropear indignamente algunas paredes de la localidad, escribiendo groserías e inconveniencias, en las casillas de la rambla o en el frente de algunos edificios locales y hasta llegado en ciertos momentos a destruir la pintura del monumento del Libertador, o destrozando los jardines de nuestra hermosa plaza etc.
Dijimos entonces que eso era intolerable y que se debería ejercer una atenta vigilancia para proceder energicamente en caso de comprobarse de hecho, tan inaudito atropello.
Hoy debemos volver a insistir sobre este mismo punto y en verdad que, a fuer de sinceros lamentamos el hacerlo.
Pero no podemos permanecer indiferentes ante hechos que repugna a nuestra culture de pueblo civilizado.
Es de público conocimiento que hace dos o tres días apareció el frente de una casa céntrica, futura casa de comercio aún no inaugurada, estropeada grosera y estúpidamente con leyendas alusivas a cierta situación deportiva local, presentando ante propios y estraños (sic) un aspecto de ingrata inconciencia y qué como es natural produjo unánime indignación tan lamentable circunstancia. Coincidiendo con este hecho se produjo otro más o menos igual en el frente del hermoso Mareógrafo orgullo de Puerto Madryn, con idénticos letreros.
Es indudable que el autor o autores inicuos de tan cobarde villanía, sean los mismos quienes en su rastrera cobardía moral y repugnante psicología se han escurrido como anónimos reptiles al amparo de la sombras de la noche para destilar su veneno, estampando groseramente su fobia.
Individuos que cometen tales desmanes, de comprobarseles tal delito la ley debería ser inexorable e inflexible. Son estos hombres de la categoría moral que el gran maestro y sabio Dr. Ingenieros señalaba como "HOMBRES MEDIOCRES" que flotan por el mundo como partículas nefastas, destruyendo y contaminando.
Ojalá que este mal ejemplo no se difunda y se repita otra vez para desprestigio y baldón de nuestra cultura.
Recapaciten sus autores en la enormidad de tal agravio y delito.
Madryn no merece ser afectado en su prestigio de pueblo culto.

Extracto de la edición del 22 de septiembre de 1945 del semanario Golfo Nuevo. Fuente: Biblioteca Municipal y Popular Domingo Faustino Sarmiento (Puerto Madryn).

Por si esto no fuese suficiente, treinta años antes, en la edición del sábado 10 de julio de 1915, el mismo semanario informaba sobre hechos de vandalismo en la vía pública.

Actos vandálicos
Tenemos conocimiento que de varias noches a esta parte, individuos mal intencionados se ocupan de apedrear los faroles del alumbrado público ocasionando en los mismos desperfectos de relativa consideración. Como estos hechos constituyen un delito previsto y penado por nuestras leyes, sería muy conveniente que la municipalidad, denunciara el caso a la autoridad competente a fin de que ésta trate de poner coto a estos actos de verdadero vandalismo.

Extracto de la edición del 10 de julio de 1915 del semanario Golfo Nuevo. Fuente: Biblioteca Municipal y Popular Domingo Faustino Sarmiento (Puerto Madryn).

Quizás sean hechos aislados, cosas inconexas. Quizás todo tiempo pasado fue mejor... o tal vez solo han cambiado las formas y los modos, pero la sociedad sigue siendo la misma. No sé, creo que da para pensarlo y debatirlo un rato. Hasta la próxima.

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