Viaje por las mentiras de la historia universal

Existe un viejo dicho popular, inmortalizado en una canción de Lito Nebbia, que dice que "la historia la escriben los que ganan". Eso es y ha sido así desde que el hombre es hombre y desde que empezó a documentar lo que pasaba en su tiempo. Los vencedores se encargan de degradar al vencido, y los espectadores asienten sin mayor protesta. Cuando el tiempo pasa y las condiciones cambian, a algunos se les da por levantar la alfombra del tiempo y ver la basura acumulada ahí abajo, o revisar el fondo de los cajones de esos escritorios olvidados. Así descubrimos con los años que los que considerábamos héroes indiscutidos próceres impolutos, adalides de la verdad y la justicia, también tenían sus equivocaciones y contradicciones. De repente nos damos cuenta que eran humanos, y que como tales, mintieron, ocultaron o deformaron cosas. La historia se multiplica al ritmo de la cantidad de personas que deciden hurgar en ella, y así con el tiempo, la historia deja de ser una y se convierte en muchas. La realidad sigue siendo la misma, los sucesos son únicos, pero las interpretaciones cambian con el paso de los años, y de las nuevas miradas.

El libro de Santiago Tarín, "Viaje por las mentiras de la historia universal", pretende hacer lo que dice su título, realizar un viaje, un recorrido, por algunas de las épocas o personajes de la historia que han sido alterados en forma más o menos adrede. Como dice el autor, la mentira es un fenómeno que afecta a todos los ámbitos de la existencia. La vida cotidiana está plagada de falacias, de las que no se salvan ni las noticias de hoy, que son la actualidad, ni las de ayer, que constituyen la Historia. Las biografías de los personajes más trascendentales están salpicadas de leyendas, propaganda e imaginación con las que se rellenan los huecos que deja el conocimiento. El libro es de lectura amena y sencilla, ya que el autor usa un lenguaje muy franco, sin el tenor grave de los historiadores formales. La temática del libro abarca un universo muy amplio, que va desde las mentiras históricas que nos ha "vendido" el cine, hasta las mentiras en le ámbito científico, pasando por la biografía de grandes personajes históricos (Aníbal, Jesús, Maquiavelo, el rey Arturo y Gengis Kan) y algunos procesos históricos que pertenecen a los mismos mitos nacionales de algunos países (la Reconquista española, Ricardo Corazón de León, el viaje de Marco Polo, y otros). Justamente, ese abanico tan amplio de épocas, personajes y temáticas, es el punto débil del libro, ya que es imposible profundizar sobre todos esos temas en las poco más de 400 páginas que componen el libro. Para un neófito en asuntos históricos, apenas un lector por placer de estos temas, el libro resulta interesante, pero no llega a atraparlo con intensidad, porque apenas uno va metiéndose en la vida y tiempo de un determinado personaje, el capítulo se termina y sigue otro tema. Quizás un espectro de temas más reducido hubiese permitido ahondar más en detalles que enriqueciesen el tema tratado. Sin embargo, como dije unas líneas arriba, el libro de es fácil lectura, con ritmo, y a fin de cuentas, sirve como un buen resumen de muchos temas históricos, lo cual nos viene bien a unos cuantos.


Por último, vuelvo al principio para cerrar esta entrada. Dije que la historia la escriben los que ganan, y que a la luz del tiempo se van descubriendo las facetas ocultas y las mentiras escritas por los vencedores. Pero también hay que ser justos y examinar los hechos a la luz de los tiempos correspondientes. Personas que hoy serían políticamente incorrectos podrían no haberlo sido en su tiempo y lugar. Y si bien los vencedores pueden ser injustos y mentirosos, a veces los vencidos eran peores. Para ejemplo, basta un botón: Los nazis versus los Aliados... los Aliados mintieron y cometieron montones de excesos, pero los nazis habían hecho lo mismo multiplicado por millones. Una cosa no justifica la otra, pero puestos a elegir, nos quedamos con los vencedores. De todas formas, sobre el tema de la Segunda Guerra Mundial voy a volver en un futuro, porque en o que respecta a mentiras es pródiga.

Bueno, creo que me extendí demasiado por hoy. Nos vemos en la próxima entrada. Hasta siempre.

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